lunes, 8 de septiembre de 2014

Crónica # 5: historia sencilla 

El segundo piso

Cuando era pequeño le tenía mucho miedo a la oscuridad, que digo miedo, pavor; el solo pensar que podía encontrarme en un lugar oscuro, me nublaba la mente, hacía que reaccionara como un completo estúpido.

Una noche, mi mamá me mandó al segundo piso de la casa donde vivíamos a traerle una pijama a mi hermanita menor, yo obviamente sabía que allá arriba no había nadie, es decir, todo estaba apagado. Le rogué a mi mamá mil veces que por favor no me mandara allá, le supliqué hasta el cansancio pero ella no accedió, por el contrario me dijo que si no subía me agarraba a palo.

No tuve otra opción que subir pero antes, me fui a la cocina y le dije a mi primo que me acompañara, que él sabía que yo le tenía miedo a la oscuridad y que subiendo con alguien me sentía más seguro; él me dijo que bueno, que yo subiera de primero y que él iría detrás cuidándome la espalda.

Empezamos a subir, se veía todo oscuro allá arriba. Íbamos llegando, faltaban como cuatro escalones para estar ya en el segundo piso, estaba muerto del susto; pensaba que se aparecería la llorona, la pata sola, el silbón, una bruja, cualquier espanto que existiera. De pronto, mi primo gritó ¨el diablo, el diabloooooo¨  y yo sin ningún reparo, me volteé, sin verificar si estaba el diablo allá o no, me tiré de picada por las escaleras y caí de cabeza en el yeso de la sala. Cuando me paré del piso, me toqué la cabeza y estaba bañado en sangre; me descalabré.


Mi primo mientras tanto bajaba las escaleras ¨cagado¨ de la risa, cuando me vio, se asustó tanto que fue de una vez a llamar a mi mamá. Al llegar ella, me cogió, me puso la cabeza en el lavaplatos y me bañó en agua; cuando dejé de sangrar tanto me dijo que al parecer no necesitaba puntos, que la herida era pequeña pero que la sangre como siempre era muy escandalosa. Cuando pasó todo el alboroto, me reganó hasta mi nona y mi mamá me dijo: ¨no lo puedo mandar ni siquiera a que me haga un favor acá dentro de la casa porque llega descalabrado, ¡no no no Brayan Johan!, qué cosita con usted de verdad¨. 
Crónica # 3: personaje 

Carolina

Eran alrededor de las diez de la mañana, estaba yo aquel domingo en mi puesto de trabajo: la caja registradora más cercana a la puerta del micro mercado. Hace ya un tiempo no la veía, una amiga muy particular ¨Carolina¨.

En ese preciso momento, no sonaba el teléfono para los domicilios, lo que indicaba que no tenía nada que hacer. Me senté un rato a descansar y seguido a eso volteé mi cara para mirar hacia afuera del negocio, cuando la vi; Carolina pasaba en frente del micro mercado.  Ella me vio inmediatamente al voltearme, se acercó a mí y me dijo- hola, tiempo sin verte, voy a piscina acá con Carlos, ¿a qué hora sales?, yo me voy con usted para su casa y hablamos un rato-, yo le dije que salía a las dos y que la esperaba a esa hora ahí en la entrada del negocio.

A la una y treinta llegó Carolina a la entrada del micro mercado, me esperó hasta las dos y, después, nos dirigimos a mi casa caminando. Cuando llegamos había arroz con pollo, como Carolina no había almorzado, serví para los dos y nos sentamos a almorzar. Ella se veía desganada, comía como por no dejarme el arroz servido, por el contrario, yo comía como si no hubiera más comida en el mundo. Empecé a preguntarle cosas sobre su vida: que qué había hecho en todo ese tiempo sin estudiar, que dónde estaba viviendo, qué si tenía trabajo; ella respondía a todas mis preguntas, pero cuando le pregunte acerca del trabajo, cambió su semblante y me dijo- estuve en San Gil, precisamente haciendo eso ¨buscando trabajo¨ pero…-, se quedó callada y se le aguaron un poco los ojos, ¨ ¿Pero qué?¨ le dije. Ella bajó el tono de la voz, pues no estábamos solos en la casa y enseguida me dijo –me violaron-. Devolví la cucharada de arroz que estaba a punto de meterme a la boca, ¨con eso no se juega Carolina¨ le dije, pero ella me hizo saber que era verdad porque me miró con una tristeza que nunca había visto, mientras dejaba caer una lágrima sobre su mejilla.

¨ ¿Cómo así Carolina?¨  le pregunté de nuevo. Ella dejó su plato en la mesa y comenzó a contarme: ¨A raíz de lo que le pasó a mi nona, me tocó irme para donde mi mamá, al norte; allá todo es muy diferente, el estilo de vida es otro cuento. Me tocó retirarme de la universidad porque en realidad no podía pagarla más, me dolió mucho, usted más que nadie sabe todo por lo que he tenido que pasar por mi carrera y precisamente por no perderla fue que me pasó esto que pretendo contarle. No me quería retirar de la universidad, ya lo había hecho dos veces antes y no quería arriesgarme más, entonces, como no encontraba trabajo de fines de semana, mi mamá me recomendó un bar en San Gil. En ese momento la interrumpí y le dije- ¿un bar, qué hacen allá?, ella me respondió- las chicas bailan, meserean y algunas complacen a los clientes-, ¨un puteadero¨ le dije, ¨digamos que si¨ me respondió.

Yo estaba dispuesta a hacer lo que fuera por salvar mi carrera (lo decía con voz entrecortada, se notaba que le dolía mucho hablar de eso), entonces, el viernes de esa misma semana en la que mi mamá me dijo lo del trabajo en el bar, empaqué mi maleta como con dos mudas de ropa y me fui para San Gil a eso de las seis de la tarde, lo peor de todo es que no llevaba un peso, solo para los pasajes pretendiendo que me dieran trabajo de una vez¨. En ese momento, yo me preguntaba por qué la mamá le recomendaría un trabajo así y recordé que, tiempo atrás, Carolina me había contado la historia de su mamá, muy dura por cierto; en la cual me contó que la señora en la juventud ganaba dinero de esa manera: trabajando en los bares, complaciendo a los clientes.

Mientras yo pensaba, Carolina seguía contándome: ¨ cuando llegué a San Gil, paré en una tienda a comer, pues no había almorzado. Me comí dos empanadas con un  jugo néctar, pagué, y saliendo del lugar, estaba estacionado un moto taxista; yo me acerqué a él y le dije- oye, tú sabes ¿dónde queda el bar Bariloche?-, él me miró extrañado, ¨y eso, ¿por qué la pregunta?¨ me dijo, ¨voy a trabajar allᨠle respondí. Inmediatamente me dijo que me subiera a la moto y nos fuimos camino al dichoso bar.

Eran las nueve y cuarenta y cinco más o menos cuando llegamos al bar, me bajé y le pedí al muchacho que me esperara un poco mientras entraba y hablaba acerca del trabajo. Tan pronto entré al lugar había mucho ruido, muchachas bailando en unos tubos y hombres en las mesas observando a las chicas; me dirigí hacia un tipo de barra y estaba una muchacha atendiendo ¨a la orden¨ me dijo, yo le comenté que venía para lo del trabajo porque me habían dicho que necesitaban muchachas; ella me observó y me dijo que cumplía con los requisitos pero que tenía que esperar hasta el otro día para hablar directamente con el jefe. En ese momento pensé que me tocaría quedarme por ahí en una banca, pues pretendía tomar el trabajo lo más rápido posible ya que la paga era buena¨. En ese instante le dije- Carolina ¿tú de verdad pensabas hacer eso?- y ella me respondió sin reparo que tenía que salvar su semestre.

Carolina calló por unos segundos, pensé que no seguiría contándome, pero no fue así, siguió: ¨Cuando salí de allí, el moto taxista me esperaba como le había pedido, le dije que me tocaría quedarme esa noche por ahí en el parque en una banca porque no tenía plata ya que el jefe no estaba y él era el encargado de contratarme. El muchacho me dijo que no me preocupara, que fuéramos a dar una vuelta que él me iba a mostrar San Gil para que lo conociera y pues yo acepté. De inmediato la interrumpí y le dije- cómo te vas a poner a dar vueltas con alguien que no conoces, en un lugar que no conoces, donde puede pasar cualquier cosa y sin tener un solo contacto Carolina ¿qué te pasó?-, ¨sí, yo sé que las cagué, en ese momento todo se me hizo fácil, uno piensa que todas las personas son como uno y resulta que no es así¨ me dijo y en seguida prosiguió.

¨Acepté, me subí de nuevo a la moto. Primero me llevó a un bar donde me tomé como dos cervezas, después a otro donde me tomé otras dos; en el tercero, conocí dos amigas suyas que eran lesbianas, muy vacanas por cierto y con ellas me tomé otras dos. ¡Ummm!, recuerdo que ellas me llevaron a la barra del bar y nos tomamos un shot; bebida que me cayó mal, es decir, que me alteró los tragos. Tan pronto me sentí muy mareada, se lo dije a él, y lo que hizo fue sacarme del bar para la acera de enfrente donde había como un pastal; allí vomité y se me pasó un poco. Nos devolvimos al bar, me despedí de las muchachas y nos fuimos a un cuarto bar donde me tomé una cerveza, él ya estaba muy prendido y también se tomó solo una. Después nos fuimos en la moto y nos caímos, me pegué duro, pero menos mal no nos pasó nada. Nos volvimos a montar y me dijo que si quería me quedara en su casa y no tuve reparo pues, al fin y al cabo no tenía donde quedarme.
   
Llegamos en veinte minutos más o menos a su casa; cuando entramos,  él me mostró el cuarto donde me podía quedar y también dónde estaba la cocina, su cuarto y el baño. Cada quien se fue para sus respectivos cuartos, yo tenía mucho calor, entonces, entré al baño y me quité la ropa para meterme a bañar, de lo prendida que estaba, no me percaté de cerrar bien la puerta del baño, quedó entreabierta mejor dicho. Abrí la llave de la ducha y de pronto  sentí que se trancó la puerta; él entró, corrió la cortina de la ducha y me cogió de los brazos, ¨ ¿qué hace aquí?¨ le dije, ¨silencio¨ me respondió tomándome más fuerte. Me pegó contra la pared y empezó a darme besos por el cuello y yo le decía ¨no por favor¨ y lloraba, él me decía ¨ahora va a llorar, no haga show¨; yo traté siempre de oponerme pero él tenía mucha fuerza y… me violó¨. Tan pronto dijo ¨me violó¨, Carolina dejo caer otra lágrima. En ese momento, me dio mucha rabia, ¨mucho hijueputa, claro como la vio sola y tomada se aprovechó¨ le dije.

Ella continuó contándome: ¨Al otro día, me levanté, me vi al espejo, tenía los senos todos morados y me dolía todo el cuerpo. Cuando él se levantó, hice como si nada y le saqué el numeró de celular y me fui. Como pude me vine para Bucaramanga, llegué y lo denuncié; me tomaron todos los exámenes y gracias a Dios me salieron bien, lo único fue que me prendió una infección vaginal porque no usó condón¨. ¨ ¿No usó condón?, que asco ese malparido, que porquería, quién sabe con cuántas viejas se habrá acostado, y hasta con hombres¨ le dije, ella me asintió con la cabeza y me dijo ¨menos mal que yo hace cuatro meses me puse las bandas anticonceptivas en el brazo que tienen un noventa y nueve por ciento de confiabilidad, si no ¿se imagina que hubiera quedado embarazada?¨.


En la fiscalía le abrieron proceso, le dijeron que lo llamara para sacarle información ya que solo sabe que se llama Richard. Esta es la hora y Carolina todavía no ha sido capaz de llamarlo, dice que le da miedo y que la verdad quiere dejar todo eso atrás porque sabe cómo es la justicia en este país. 

lunes, 1 de septiembre de 2014

Crónica # 4: amor

EL PERUANO

Camila (mi vecina y amiga), pertenecía desde los quince años a las barras bravas del Bucaramanga. Siempre me contaba sus ¨chocoaventuras¨ -como le decíamos cuando hablábamos-; me narraba cómo iban de un lugar a otro en mula con sus amigos de la barra, cómo pedían plata para subsistir en los viajes, cómo, a veces, les tocaba correr porque hacían algo indebido y los perseguían a palo o cómo se drogaban entre viaje y viaje para pasar el rato. Ella no es de mala familia, solo que esa vida le gustaba, lo tenía todo en la casa pero amaba lo que hacía; inclusive, en muchas de las ocasiones en las que me contaba sus travesías me decía ¨gracias a mi equipo del alma, he podido conocer media Colombia, paisajes que solo se ven en carretera, ese cielo hermoso, estrellado como nunca lo veo en la ciudad, el mar que es hermoso¨.

Yo, cada vez que ella viajaba pensaba en si la iba a volver a ver, se perdía por días, semanas, meses y cuando regresaba, trajinada me contaba lo que había hecho y no voy a negar, me entretenía. Todos decían de ella ¨esa niña si es ñera¨, pues tiene tatuado el escudo del Bucaramanga en la espalda y las iniciales AB con un mensaje que no recuerdo  en la cintura, pero yo siempre la acepté como era porque realmente esas cosas nunca me han importado. Ella siempre viajaba con hombres, ¨guerreros¨ se decían, ya que no es usual que las mujeres hagan lo que ella hacía ¨mulear¨ como para ponerle un nombre.

Siempre que hablábamos, nunca la oía mencionar nada acerca del amor, yo le preguntaba si ella no se metía con algún hombre con los que viajaba y ella me respondía ¨marica yo por más que esté fumada, enviajada, peganteada, me hago respetar a lo bien¨. Era virgen, decía; cuando hablaba del amor, no parecía esa guerrera que yo veía siempre, al contrario, tan inocente y curiosa de experimentar. Desde niña su abuela, que en paz descanse, le inculcó mucho que se valorara y ella eso lo cumplió al pie de la letra, tal vez porque era el ser que mas amaba.

En una de sus tantas locuras, en agosto del 2012 me dijo ¨marica me voy para Perú a ver jugar a mi selección Colombia¨ yo no lo podía creer, porque no se iba en avión, se iba ¨guerreándola¨ como siempre lo había hecho. Ese viaje no duraba días, ni semanas, duraba meses y me inquieté; me echó un trabalenguas ¨marica de acá me voy desde papi quiero piña hasta Bogotá, de Bogotá me voy para Ipiales, desde Ipiales jummmmm me nombró Quito, Bolivia y Perú¨ algo así me dijo.

Eso fue diciendo y haciendo, la semana siguiente estaba lista para irse. Con la hermana la acompañamos hasta papi quiero piña y allá la despedimos junto con dos muchachos. Me había dicho que allá en Bogotá se encontraban con otro muchacho y que eran cuatro los que viajaban.

A pesar de que le dije que todos los días le iba a escribir un inbox para que no se sintiera sola, los oficios y el trajín diario hicieron olvidar esa promesa. Un día, ella me escribió un mensaje ¨marica estoy en Arequipa, parce hace un frío ni el más hijueputa, uno de mis amigos está encanado ¡qué visaje! Jummmm y marica me está cayendo un cholo pero no me gusta porque habla todo campesino¨, yo le escribí que ojo, que tuviera cuidado y que cuando regresara no se olvidara de traerme un peruano (un gorro tejido típico allá en Perú).

Pasó mes y medio más o menos, yo estaba angustiado ya porque no sabía nada de ella. Un día al meterme al facebook, encontré un mensaje de ella ¨marica estoy embarazada¨, lloré,¿ por qué?, no sé; está es la hora y todavía me lo pregunto, tal vez porque esa guerrera nunca había guerreado frente a esas cosas, supongo.

No volví a saber más de ella hasta octubre cuando me dijo ¨marica me devuelvo para Bucara, llego más o menos en una semana¨, y efectivamente a la semana estaba acá. Cuando la vi, la abracé y le dije que estaba muy feliz de que estuviera de vuelta; obviamente ella y yo teníamos que hablar de muchas cosas y pues nos sentamos.

¨Marica me enamoré, no sé en qué momento. Yo vivía en la casa de él con sus papás y sus dos primos, trabajaba medio tiempo en una papelería. Las peruanas son insípidas parce, a comparación de las colombianas que si tenemos el sabor jajajajaja, marica a lo bien, todos los cholos estaban a la pata mía y yo más me arreglaba ¿a quién no le gusta eso? Yo sé que las cholas no me querían porque al ojo de ellas parecía una perra, me ponía chores cortos y me echaba labial rojo para darles más celos, claro, ellas rabonas porque los cholos se fijaban en esta extranjera jajajaja¨.

Recuerdo mucho esa conversación, no solo me dijo eso, me dijo también que allá metía mucha marihuana y que él, Alejandro, también lo hacía. Ese cholo que la pretendía termino al fin por conquistarla, con risitas, ojitos y demás. Ella le dijo que era Virgen, sin embargo, se le entregó en el piso de la sala, él tal vez no le creyó porque fue un poco rápido y brusco, estaban enviajados y además ¿quién le iba a creer a una mujer que siempre viajaba sola con hombres y se drogaba?

La sangre al otro día en los pantalones de él, confirmo la virginidad de Camila y se enamoró obsesivamente de ella, la cuidaba en exceso hasta tal punto de no dejarla salir ni siquiera a hablar a la calle. Ellos siguieron teniendo relaciones sin protección y solo usaban la postday.

Un día, Camila mamada de estar encerrada, se alistó, fumó su dosis (se excedió por cierto) y se dispuso a salir, pero en ese momento llegó él y forcejearon, la mandó contra la cama pues ella estaba más vulnerable, la desvistió y él también lo hizo, le alzó las piernas y le dijo ¨esto nos va a unir para toda la vida¨ (ella solo recuerda eso, no más). Efectivamente, los unió para toda la vida.


Al terminar de hablar con ella, después de todo lo que me contó, dos horas más tarde aproximadamente, le dije ¨parce y a todas estas mi peruano¨, ella se rió y tocándose la barriga me dijo ¨acá se lo traje¨, una peruanita hoy en día de un añito y medio. 
Crónica # 2: bar

SOBREMESA

Silvia o mejor Sil como todos le decían, acababa de perder el examen final de la materia que más necesitaba para no atrasarse, eran las seis de la tarde y se encontraba con su novio Fabio. Ella lloraba y lloraba, Fabio solo la consolaba pero ella no cedía y mientras caminaban se encontraron frente a un bar o mejor cantina con un nombre peculiar ¨Donde Doña Martha¨ y Sil solo pensó en tomar para olvidar el reciente suceso.

Cruzaron la calle, entraron y se sentaron en una mesa, la única vacía pues el lugar estaba totalmente lleno, no se sorprendieron pues siempre que pasaban frente a él, estaba a reventar. El sitio no era para nada lujoso, por el contrario, era muy de barrio con música corriente y gente ordinaria. Había cinco mesas más, en las cuales estaban tomando solo hombres, la única mujer a parte de Sil era Doña Martha la dueña y mesera de su negocio. Doña Martha lucía ya de edad pero se conservaba, era de contextura gruesa y a diferencia de todas las mujeres que atienden una cantina, ella no era sonriente ni coqueta (tal vez por su edad).

Sil y Fabio empezaron a tomar a eso de las seis y treinta más o menos. Una cervecita fue el inicio, una para cada uno; terminaban una y seguían con la otra. Llevaban dos horas, es decir ya eran las ocho y treinta cuando de repente el señor de la mesa del lado borracho, muy borracho, empezó a gritar ¨Doña Martha mamacita rica, hágamelo como la otra noche, uy así de ricoooo¨, de repente Fabio se levanto del asiento, se acercó al señor y lo sacó de un empujón, el amigo del señor, borracho pero menos que él, no opuso resistencia y se fue junto a su compañero de bebeta.

Fabio se volvió a sentar y molesto le decía a Sil que los hombres ya no respetaban a las mujeres. Eran las nueve, Sil ya se sentía mareada, Fabio también pero menos que ella; de pronto, Doña Martha le acerco una cerveza a un señor de otra mesa y este sin reparo alguno le agarró la cola a Doña Martha y seguido a este acto, se apretó los labios –rico- dijo, estaba borracho claro está. Fabio al darse cuenta de eso, se levantó, insultó al señor y de un empujón más fuerte que el anterior lo sacó.

Fabio seguía hablando con Sil de la falta de respeto hacia doña Martha. Eran las nueve y media, Sil ya se sentía mal y Fabio lucía muy alegrón, pensaron en irse y pagar la cuenta pero antes Fabio fue al baño a orinar. La puerta estaba entre abierta, de repente, entró doña Martha y trancó la puerta –gracias por defenderme- le dijo a Fabio bajándose los jeans, te voy a agradecer también por venir a mi negocio. En seguida, ella lo empujó contra la pared, le abrió la cremallera y se agachó, -qué hace- le dijo Fabio, no te preocupes, esto queda acá, es solo un cariñito hacia mis clientes. Después, sentó a Fabio en el inodoro y ella se le acomodó encima, hizo que él entrara en ella, con movimientos bruscos y jadeos que no diferenciaban el dolor del placer y le decía- gracias, gracias por venir a mi negocio, cuando quieras siempre a la orden, esta será la sobremesa todas las veces que vengas-, Fabio estaba confundido, no supo si fue por el trago pero estaba sintiendo un placer que nunca había experimentado y le gustó.


Al terminar, Fabio se abrochó el pantalón y con la camisa se secó el sudor, doña Martha se subió el jean y sin decirle una sola palabra, salió del baño. Cerca de veinte minutos duró él en el baño pero Sil no se percató del tiempo por cuestión de los tragos. Faltando diez minutos para las diez, Fabio regresó a la mesa y le dijo a Sil –listo amor, paguemos la cuenta y nos vamos-. Él llamó a doña Martha, le pagó la cuenta y ella poniendo dos caramelos en la mano les dijo: ¨siempre a la orden, que vuelvan¨.
Crónica # 1: Primer día de clases 


ROEDORES

Ivana esperaba el metrolínea, era su primer día de clases. Como de costumbre, el metro se demoró más de lo estipulado y ella iba retrasada para su clase de francés que comenzaba a las ocho en punto, eran las siete y treinta y cinco y aún permanecía en la estación.

Cuarenta y cinco minutos más o menos se demoraba el metrolínea en llegar a la universidad, lo que denotaba que Ivana llegaría a las ocho y diez si no se presentaba percance alguno. El metrolínea arrancó a las siete y treinta y seis de la mañana, iba ¨hasta las tetas¨, es decir muy lleno. Ivana llevaba sus audífonos puestos a un volumen que la aislaba del ruido exterior e iba concentrada en su música, sin embargo, miraba de lado a lado y se percataba de la gente que estaba a su alrededor. Le tocó de pie, de hecho siempre le tocaba de pie; en frente estaba una señora de edad, sentada, no pasaba los sesenta años pero tampoco tenía menos de cuarenta, a su derecha, se encontraba, al parecer, un estudiante, llevaba bolso y el negro resaltaba en la mayoría de su ropa, al igual que Ivana, él llevaba audífonos pero el sonido era tan alto que los traspasaba, a su izquierda, estaba un estudiante de colegio, llevaba su uniforme de educación física y detrás, había un señor que vestía saco y corbata y, se veía muy elegante. Eran las siete y cuarenta y cinco, se seguía subiendo gente; las malas caras y los comentarios no se hicieron esperar: ¨no cabe más gente¨,¨ es que lleva vacas o qué¨, ¨esto si mucha porquería, toca tomarnos la pastilla del día después cuando nos bajemos de esta vaina¨.

Ivana miraba la hora, las siete y cincuenta marcaba el reloj cuando: ¨auxilio, auxilio¨ empezó a gritar la señora que estaba sentada en frente de Ivana, después se calló y los sonidos que hacía con su boca denotaban que se estaba asfixiando. La gente se alborotó, unas señoras gritaban ¨ayúdenla, ayúdenla¨, otros decían ¨se va a morir, Dios mío¨ e inmediatamente el conductor detuvo el bus. Ivana no tuvo reparo en ayudarla, la paró, le movía los brazos, le decía ¨respire, respire, tranquila¨ y las otras personas se acercaron a ayudar también, entre ellas los dos estudiantes. Un minuto más o menos demoró la señora en calmarse, poco a poco fue recuperando la respiración; Ivana le decía ¨señora usted necesita un médico¨ pero ella solo dijo ¨tranquila, estoy bien. Estos ataques me dan esporádicamente, es que sufro de los nervios¨. Calmado ya el alboroto, la señora después de dar las gracias, se bajó en la parada de la clínica salucoop pero no fue la única, el señor de saco y corbata lo hizo también ahí.

Después de que la señora se bajo del bus, la gente seguía comentando el suceso, unos decían que les parecía terrible que una persona así anduviera sola en un bus y otras insistían en que ella necesitaba ir a un médico.


En fin, Ivana llegó a la clase a las ocho y treinta, el profesor la dejó entrar pero le puso la falla; cuando se sentó, abrió su bolso para sacar su cuaderno y sus lapiceros, ¡ sorpresa!, no estaba ni su billetera ni su celular; sí, la habían robado en el bus. La impaciencia y algunas lágrimas no la dejaron prestar atención a la clase, ella solo pensaba en qué momento pudo haber pasado. Después, más o menos de diez minutos de estar echando cabeza, le pareció muy curioso que el señor de saco y corbata que iba detrás de ella en el bus, no ayudara a la señora que presentó un supuesto ataque, pero le pareció más curioso aún, que los dos se hayan bajado en la misma parada. Moviendo su cabeza de lado a lado y haciendo un pequeño sonido de ironía dijo ¨vieja hijueputa, jummm, pero claro, ahora las ratas se visten con saco y corbata¨.  

domingo, 20 de abril de 2014

viernes, 18 de abril de 2014

Autobiografía

Yo nací el 31 de agosto de 1989 a las 5:15 de la tarde en la clínica San Luis en Bucaramanga. Mis padres se llaman Alba Rocío Rodríguez y Edgar Prada Granados (el cual solo sirvió para hacerme porque nunca asumió su rol de padre) y tengo tres hermanos menores: Didier Prada Rodríguez, Ivana Prada Rodríguez y Melanie Niño Rodríguez quien es la menor y es hija de mi padrastro Nelson Niño Cornejo el cual ha hecho las veces de papá para mí y mis otros hermanos.
Fui al colegio por primera vez a mis tres años de edad, lo curioso es que ese día se suponía que como es usual, los niños lloran porque sus padres los dejan allá en la escuela, en mi caso mi mamá fue la que se quedó llorando porque yo entré a estudiar. El colegio se llama, digo se llama porque todavía existe, Chiquilladas y queda en Cañaveral, ahí cursé desde pre-escolar hasta cuarto grado de primaria, yo pertenecía al grupo de danzas y todos los años representaba al colegio en las olimpiadas matemáticas sumado a ello, siempre izaba bandera y todos los años me dieron mención de honor por excelente rendimiento académico. En ese lugar pasé los mejores años de mi vida y conocí gente muy agradable.
Desde quinto primaria en adelante, las cosas fueron un poco diferentes ya que económicamente la situación no era igual a los años anteriores. Por consiguiente, ese grado lo cursé en una escuela llamada Divino Salvador ubicada en el Diamante II, allá también obtuve mención de honor por buen rendimiento académico. Después, presenté el examen de admisión en el colegio INEM de Bucaramanga ubicado en Provenza y pasé, entonces, allá cursé desde sexto hasta onceavo grado. En ese colegio, también pertenecí al grupo de danzas, al equipo de voleibol y todos los años gané mención de honor al igual que en los colegios anteriores. Cabe mencionar que me gradué en el año 2006 de la rama PBI (idiomas), es decir, soy bachiller académico con énfasis en idiomas.
Luego, estudié técnico en auxiliar de enfermería en Eforsalud, entré en el año 2007 y como solo dura 3 semestres esa carrera, me gradué a finales del año 2008 después de haber hecho un diplomado en farmacología. Allá en Eforsalud conocí gente con la que todavía mantengo contacto, recuerdo, que estudiando allá, fue la primera vez que entré a una discoteca cuando solo tenía 17 años. Estudiando enfermería aprendí muchas cosas, hice prácticas en el Hospital Universitario, en la Clínica Comuneros y en la Clínica Materno Infantil San Luis.
Después, en el año 2009, comencé a trabajar en un supermercado y simultáneamente empecé a estudiar diseño gráfico en la UDI, estudiaba de lunes a viernes de 8 de la mañana a 12 del mediodía y trabajaba en las tardes de 3 a 9:30 de la noche. Los únicos días que no trabaja eran los martes y los jueves porque entrenaba voleibol con el equipo de la universidad. Para poder entrar a estudiar esa carrera cometí el peor error de mi vida: sacar un préstamo con el icetex (el cual todavía me tiene amarrado, pagándolo). Cuando iba en tercer semestre, no pude seguir estudiando allá, pues entre lo caro que eran los materiales y el poco tiempo que me quedaba para dedicarle a mis trabajos manuales, se reunieron todas las razones para retirarme.
Entonces, decidí inscribirme a estudiar Idiomas en la UIS, al fin y al cabo tenía bases sólidas desde el colegio. Pasé y entré a estudiar a principios del año 2011, en esta universidad he encontrado personas muy valiosas que han estado conmigo en los momentos más difíciles, y estudiando idiomas he aprendido muchas cosas que antes desconocía, con la literatura por ejemplo, he aprendido a ver el mundo de una manera diferente, con otros ojos como por así decirlo. Todavía trabajo (desde los 19 años nunca he dejado de hacerlo) para costear los gastos de la universidad y en los ratos libres le ayudo a mi mamá en su negocio: un micromercado.
Actualmente entro a cursar séptimo semestre de licenciatura en español y literatura en la UIS, de lo cual me siento muy orgulloso y espero graduarme lo más pronto posible e iniciar mi maestría en semiótica.

No se puede dejar de lado que, aparte del estudio que siempre ha sido muy importante para mí, también jugaba mucho. Recuerdo que me gustaba jugar venados y cazadores, el escondite, las maras, ir a piscina, bajar al monte del conjunto a ¨pescar¨ peces, el ponchado y policías y ladrones; como en mi infancia no existía el Facebook ni el Messenger y no habían celulares con redes sociales, pude disfrutar más de la compañía de mis amigos y los ratos que pasaba con ellos, eran momentos de calidad en los cuales uno cuando se entraba a la casa (tipo 7 de la noche porque mi nona me entraba pues para ella a esa hora ya era muy tarde para que un niño estuviera en la calle) lo único que añoraba era que fuera el otro día para volver a salir de nuevo a jugar con ellos. 

Contraste entre las películas: azul, blanco y rojo, la trilogía del color

El color está cargado de información y es una de las experiencias visuales más penetrantes que todos tenemos en común. (D.A Dondis, 1973). Esa experiencia visual es la que se percibe en esta trilogía del color, que es un claro ejemplo de ello. Es interesante como se manejan los colores de manera que, curiosamente, los colores que más predominan en cada película, son los mismos de su nombre. Aquí, se hace fácil atribuir significados a los colores, pues como es sabido, muchas veces solo con el uso de ellos, se logra comunicar desde una idea, una información hasta una emoción. En este caso, el azul que predomina denota un toque de frialdad, sin que el personaje hable, con la utilización de ese color podemos ver el ambiente hostil, el blanco, denota en este caso, un ambiente de inocencia por parte de Karol, personaje principal y el rojo, enmarca un ambiente de intensidad y energía.
Si se miran la primera (azul) y la tercera (rojo), se resalta lo importante que es la claridad y la oscuridad para la percepción del entorno, pues en ellas se juega con la representación tonal y se muestran desde un azul claro hasta uno oscuro y de la misma manera se hace con el rojo. En la segunda película (blanco), no se puede percibir muy bien los tonos precisamente porque el blanco y el negro son los colores usados para aclarar u oscurecer los demás colores. En este caso, el uso de la luz, ayuda a que percibamos los grados tonales, y aquí, en estas tres películas, si que se maneja muy bien su uso (la luz), tanto la entrada de la luz como su ausencia, ayudan a enfatizar la escena. Muchos momentos de tensión se pueden percibir gracias a la luminosidad que ocupa la pantalla donde se combinan degradados de luz (colores) que crean una gran fuerza expresiva y resaltan en la mayoría de las ocasiones, las expresiones y emociones que se pretenden dar a conocer por medio de los personajes y la situación específica.
De la misma manera, como en estas películas se pasa de la luz a la oscuridad y de la oscuridad a la luz en determinadas ocasiones y de manera rápida, se crea una posimagen o imagen persistente, es decir, nuestro ojo se fija durante mucho tiempo sobre una información visual cualquiera y al sustituir ese objeto o información por un campo blanco y vacío, vemos en él la imagen negativa. Esto pasa con frecuencia en azul y blanco, en azul pasa tres veces cuando el fondo se vuelve completamente negro y en blanco, varias veces el fondo se vuelve de ese color (blanco).
Así mismo, en las tres películas se nota la difusión de la imagen para resaltar un plano en particular, un ejemplo de ello es cuando el personaje esta en primer plano, cerca de la pantalla, y el fondo aparece de manera borrosa o viceversa. Esa difusión crea un punto focalizador ya sea el personaje con sus emociones o el fondo que enmarca el entorno donde se llevan a cabo las acciones. A su vez, se ven imágenes donde se resalta el contorno, esto se percibe claramente en rojo, en la escena en la que está el fotógrafo y la modelo observando las fotos, los dos se acercan de frente y sus cuerpos se vuelven negros, completamente negros, ahí se percibe claramente la silueta de los dos cuerpos.
No se puede dejar de lado lo positivo y negativo que constantemente se esta resaltando a lo largo de las películas, es decir, intercalar puntos oscuros en campos claros o puntos blancos sobre fondos oscuros. Esto sirve para centrar un punto de focalización dominante y otro con mayor pasividad.
En la primera película (azul), se siente casi que a flor de piel el uso de la textura, cuando la protagonista raspa su mano contra esa pared de piedra y cemento, si bien nosotros como espectadores no la podemos tocar pero esas cualidades ópticas hacen ver tan real la escena que se siente como ese dolor y pareciera que fuera uno el que estuviera en esa situación. Del mismo modo, también se puede ver la textura en el movimiento del agua de la piscina.
En la tercera película, se encuentran algunas imágenes donde podemos evidenciar nuestro mundo dimensional en donde, la perspectiva nos produce efectos visuales especiales de ese entorno natural. De esa manera, por ejemplo, en las imágenes en las que muestran paisajes, se puede representar fácilmente la distancia, el punto de vista, el punto de fuga y la línea del horizonte.
Del mismo modo, en esta tercera película, se manejan mucho las escalas donde los elementos visuales se modifican unos a otros. Esto lo podemos observar en la primera escena de la película Rojo donde la cámara nos avanza de manera rápida como si estuviéramos metidos dentro de un cable de teléfono o también, cuando la protagonista entra en la casa del viejo y la cámara va recorriendo los espacios de la casa; es así, como en estas imágenes podemos ver tanto lo que está más cerca como lo que está más lejos. Ahí pareciera como si se tratara de hacer un proceso de acercamiento.
Las tres películas manejan imágenes asimétricas, ya que cada unidad situada a un lado de la línea central no corresponde exactamente a otra en el otro lado, es decir, si la imagen se dividiera por la mitad (eje axial), las imágenes no están distribuidas igualmente. Pero por otro lado, sí se puede decir que las tres películas emplean la asimetría en sus imágenes (no se posee el mismo peso de ambos lados, las imágenes no son iguales trazando el eje axial) lo cual relaja las escenas dejando atrás ese orden y generando una sensación mucho más real.

En suma, esta trilogía transmite no solamente con el sonido (que de hecho también hace parte fundamental en los filmes) y la actuación de los personajes sino que también emplea, como ya se ha enunciado anteriormente, un gran poder de transmisión con el uso de la sintaxis de la imagen, ya que muchas escenas dicen más con lo que podemos percibir a través de los ojos. 

" Cenicienta de Disney" y " The people VS Larry Flynt" (M. Foucault).




La Cenicienta (Cinderella en el título original) es una película animada de Walt Disney basada en el famoso cuento La Cenicienta de Charles Perrault. Es el largometraje número 12 de la lista oficial de clásicos animados en Disney. Fue estrenada en 1950.
En esta película se plantea lo que hoy en día es para la sociedad el sentido estético del cuerpo de una mujer, siendo esto un mal concepto que se ha desarrollado de lo que se considera como perfección.

Esta película esta diseñada para niñas que están entre los 4 y 15 años, influyendo en su pensamiento y en su manera de adquirir posiciones verdaderamente críticas ante lo que se considera como "estético", para una sociedad de consumo donde el tener una figura delgada y esbelta es sinónimo de belleza. Dentro de la película se presenta el contraste de las hermanas de cenicienta que no son tan hermosas como ella y por tal razón no logran alcanzar el amor de un príncipe azul.


Contrastando lo anterior se tiene el film de "The people VS Larry Flynt", dirigida por Millos Forman en 1996, entre otras cosas sirve para reflexionar sobre los derechos de las personas en su dimensión privada y a su relación con los derechos de las personas en su dimensión loca. Este trabajo expone las interesantes e irónicas situaciones de la vida del extraño y polémico de Larry Flynt. En concreto la película narra tres eventos: una batalla en la Corte Suprema de Justicia que lo convirtió en figura representativa en la Primera Enmienda, un intento de asesinato que lo dejó paralizado de la cintura para abajo, y sus batallas con el líder de la mayoría moral Jerry Falwell. 

En la película es interesante el alegato "positivista" que hace Larry Flynt: la pornografía está permitida por una ley luego no da lugar a discutir en un juicio sobre su moralidad y, citando a George Orwell, la libertad consiste, entre otras cosas, en poder decir y mostrar lo que la gente quiere no quiere ver. En esta línea el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostiene que la libertad de expresión es valida "no sólo  para las ideas favorablemente recibidas o consideradas como inofensivas o indiferentes, sino también para las que chocan, inquietan u ofenden al Estado o a una fracción de la población. Tales son las demandas del pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin las cuales no existen una "sociedad democrática". Aun así Flynt nunca abandono su ideal de expresión a través de la hermosura del cuerpo.

Michel Foucault en su obra, Vigilar y castigar (1975), muestra como se ejerce sobre la sociedad el poder y el control precisamente vigilando. Dentro de la obra hace una comparación de lo que es la sociedad actual con una prisión, donde para tener el control, se ejerce la vigilancia y el poder precisamente. Para Faucault el cuerpo tiene un gran sentido en cuanto a que es un texto donde se plasma la realidad de una sociedad, mostrando que juventud y delgadez son sinónimo de belleza y felicidad.

Con todo lo anterior se muestra en las dos películas como el cuerpo se convierte en consecuencias o fortalezas en la sociedad tanto actual como de unos años atrás.
Queda claro entonces que somos seres con criterio capaces de decidir si acatamos las normas que nos impone la sociedad en la que vivimos o sencillamente seguimos nuestros ideales sin importar lo que nuestra sociedad considere como comportamiento regular.




jueves, 17 de abril de 2014

" Valiosa Promesa" y "Pinocho" ( Escuela, historia y poder).




La película “Valiosa Promesa” nos muestra un caso claro de una familia conformada por un padre y sus cuatro hijos que afronta la perdida de su esposa y como resultado se ve obligado a buscar ayuda del estado a través de una trabajadora social poco ética que se limita a seguir un protocolo y se deja llevar por las impresiones sin investigar a fondo los verdaderos problemas de esta familia.
A esta trabajadora social no le importa que los niños estén pasando un duelo por la perdida de su madre, y que el separarlos de su padre agrave esta situación, tampoco le interesa que los niños se encuentren en un lugar desconocido en el cual no reciben el afecto de un padre biológico, ella solo se preocupa por sacarlos de su hogar y asumiendo que tienen problemas cognitivos los arroja a una casa de reposo para enfermos mentales, un lugar sin los elementos necesarios para garantizar el adecuado desarrollo de estos niños.
Pero también vemos el mal uso la autoridad, en los policías a los que poco les interesa que unos niños vulnerables y en la etapa más fundamental de su formación vean como golpean y aturden a su padre; además estos policías también actúan por omisión al no investigar las acusaciones de los niños de que están siendo maltratados.
También nos encontramos con un medico que solo se preocupa por seguir ordenes y por hacer lo que el supone que es lo mejor no para sus pacientes sino para el medio en el que trabaja pues no se molesta en verificar si realmente sus pacientes están bien. 
De esta manera se puede ver como inicialmente no se da la importancia a un suceso fatal como lo es la muerte de una madre y no se trata el mismo con las consideraciones necesarias para unos niños que deberían ser tratados y guiados por una persona profesional que en ese caso era la trabajadora social, que hace un papel indiferente y cruel. Como segunda instancia la escuela se convierte en un claustro de castigo y no de enseñanza para los niños, puesto que se les toma por enfermos mentales siendo esto falso y reciben tratos inadecuados, perdiéndose el sentido de instruir al alumno como persona social. 



Pinocho es una película  protagonizada por Roberto Benigni en el año 2002. Está basada en la novela Pinocho de Carlo Collodi. 
Un anciano llamado Geppetto  quiere tener un hijo y por tal razón decide crear  una marioneta de madera llamada Pinocho. El inventor desea que Pinocho sea un niño de verdad. El Hada Azul hace realidad el deseo de Geppetto y da vida a la marioneta, pero conservando su cuerpo de madera. Pinocho asiste a la escuela donde se ve enredado en problemas por desobediente. El hada asigna a Pepito Grillo como conciencia de Pinocho, para que lo aleje de los problemas y lo aconseje en situaciones difíciles. Pepito Grillo no es escuchado por Pinocho, quien pasa por varios problemas para volver con su padre Geppetto. Pinocho aprendió en su paso por la escuela a comportarse como una persona y no como un juguete, resaltándose aquí el verdadero sentido de ir a la escuela: aprender como ser persona integra para convivir en una sociedad. Después de  pasar por todo Pinocho se reencuentra con su padre y se convierte en un niño de verdad.

En las anteriores películas vemos el contraste de situaciones donde la escuela se convierte en un lugar central para el desarrollo humano al momento de convertirse en persona integra para la sociedad.